EL REGRESO DE PERSÉFONE
Para inaugurar el blog me
gustaría exponer el motivo del titulo de nuestra página.
La grieta del Hades no es sino un
himno a Perséfone, hija del Zeus y Deméter. Cuenta los mitos griegos que su tío
Hades se enamoró de ella y un día la raptó mientras se encontraba recogiendo
flores en compañía de sus amigas las ninfas y sus hermanas Atenea y Artemisa. En el
momento en que Perséfone se agachó a coger un narciso, la tierra se abrió y por
la grieta Hades la tomó y se la llevó.
Raptada su hija, Deméter inició
unos largos y tristes viajes en busca de su adorada hija, durante los cuales la
tierra se volvió estéril. Al tiempo, Zeus ordenó a Hades que devolviera a
Perséfone, pero esto ya no era posible pues la muchacha había comido - no se
sabe si por voluntad propia o tentada por Hades - un grano de granada mientras estuvo en el
Infierno. Como se sabe, un bocado de cualquier producto del Tártaro implicaba
quedar encadenado a él para siempre, pero Zeus logró que Perséfone pudiera pasar
parte del año en los confines de la Tierra junto a Hades, y la otra parte sobre
la tierra con su madre, siempre y cuando Deméter prometiera volver al Olimpo y cumplir
su función germinadora.
La leyenda cuenta que el origen
de la primavera radica precisamente en este rapto. Cuando Perséfone es llevada a
los Infiernos, las flores se entristecen y mueren, pero cuando regresa, las flores renacen por la
alegría que les causa el retorno de la joven. Como la
presencia de Perséfone en la tierra se vuelve cíclica, así el nacimiento de las
flores también lo es. Por otra parte, durante el tiempo en que Perséfone se
mantiene alejada de su madre Deméter y es confinada al Tártaro como la esposa
de Hades, la tierra se vuelve estéril y sobreviene la triste estación del
Invierno.
Perséfone, hija del padre de todos los dioses y la diosa de la
fertilidad, es un personaje mitológico que permitió de forma alegórica explicar
a los griegos el origen de las estaciones.
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